Esfenodonte o tuataras reptiles endémicos de las islas de Nueva Zelanda, pertenecientes al orden sphenodontia que han sobrevivido hasta la actualidad. Reptiles que prácticamente no han tenido cambios desde hace 240 millones de años. Su linaje surge en la época de los dinosaurios.
Su nombre proviene del maorí y significa «espalda espinosa». Para los maoríes el tuatara es considerado un «taonga» (tesoro especial). A primera vista se parecen a las iguanas, sin embargo, no están cercanamente emparentadas.
El tuatara es una especie amenazada aunque actualmente es una especie protegida y muchas de sus poblaciones han sido recuperadas. Tienen pocos depredadores naturales, solo las gaviotas y algunas aves de presa representan un peligro para estos animales.
Su desaparición fundamentalmente se debe a la desaparición y destrucción de su hábitat, la introducción de mamíferos foráneos como las ratas del pacífico y el cambio climático.
Tipos de tuataras
La comunidad científica se debate entre si existen dos especies de tuatara: el tuatara común (sphenodon punctatus), el más grande de los dos, y el tuatara de la Isla Brothers (sphenodon guntheri), o la idea que se maneja de análisis recientes que han popularizado la idea de que el tuatara es una especie única.
¿Cuáles son las características más comunes a las tuátaras?
Está considerado un fósil con patas. Una reliquia del pasado seriamente amenazada que habita en un lugar remoto.
A primera vista se podría confundir con las iguanas pero tienen características internas que los hacen únicos.
Pueden vivir en zonas boscosas y comparado con otros reptiles pueden vivir en hábitats relativamente fríos (entre 5 y 28 grados). Las temperaturas sobre los 28 grados les son letales, sin embargo a menos de 5 son capaces de hibernar.
Los machos suelen ser más grandes que las hembras y presentan una fila de espinas dorsales que les confiere su nombre común. Esta «cresta» es mayor en los machos y puede erizarse para exhibirse o para luchar entre ellos.
Suelen ser animales solitarios, nocturnos que durante el día descansan en las rocas para tomar el sol.
Cuentan con un ojo pineal o tercer ojo lo que es una prolongación de la glándula pineal o epífisis, una ligera protuberancia frontal cubierta de escamas.
Este ojo les permite detectar la radiación infrarroja con lo que regulan su metabolismo en función del sol y se cree que también les sirve para detectar y capturar a sus presas en la oscuridad.
¿Qué comen las tuataras?
Su dieta es variada, es un animal carnívoro que se alimenta de invertebrados como escarabajos, grillos y arañas. Puede llegar a cazar pequeños lagartos, huevos y algún polluelo de ave o incluso tuataras más pequeños.
Sus dientes no se renuevan por lo que se van desgastando con el tiempo, así los tuataras más longevos se alimentan de presas blandas como caracoles y gusanos.
¿Cuántos años puede vivir un tuatara?
Longevidad alta, pueden llegar a vivir más de 60 años en libertad y en cautividad pueden alcanzar incluso los 100 años.
El ejemplar más anciano vive en cautiverio y sobrepasa los 115 años.
¿Cómo saber el sexo de mi tuatara?
Los machos son más grandes que las hembras. Pueden pesar alrededor de 1Kg, mientras las hembras pesan la mitad.
El tuatara se encuentra en situación vulnerable ya que en sus poblaciones son más abundantes los machos que las hembras debido especialmente al cambio climático. Esto unido a su madurez reproductiva tan larga y compleja podría llevarlos a la extinción en pocos años.
Reproducción de las tuataras
El tuatara se reproduce entre enero y marzo, momento en que los machos compiten por las hembras.
Las hembras pondrán unos 18 huevos para los meses de octubre y diciembre.
El sexo de las crías como en otros reptiles dependerá de la temperatura de incubación: machos a temperaturas más altas y hembras a temperaturas más bajas.
Los huevos eclosionan entre los 11 y los 16 meses, lo que los convierte en uno de los tiempos de incubación más largos de todos los reptiles. Los nuevos bebés tendrán que evitar a los adultos caníbales.
El tuatara se desarrolla lentamente por lo que su madurez sexual no la alcanzará hasta pasados los 12 años, cuando igualmente siguen creciendo. Las hembras entran en celo solo una vez cada 4 años.
Enfermedades de las tuataras
El tuatara posee una gama de habilidades notables, que incluyen una vida útil de un siglo, una relativa impermeabilidad a muchas enfermedades infecciosas y una actividad física máxima a temperaturas sorprendentemente bajas para un reptil.
No parecen en general contraer muchas enfermedades. Aparentemente el principal riesgo que confrontan los tuataras está en su futura reproducción que depende en gran medida de la temperatura de los huevos.
El calentamiento global podría provocar el nacimiento de demasiados machos, lo que provocaría un desequilibrio en el ciclo reproductivo.
Consejos para la manipulación de reptiles
- Si has adquirido un reptil recientemente deberás permitir que tu mascota tenga algún tiempo para aclimatarse a su nuevo hogar.
- Pasar tiempo con tu reptil será beneficioso para aprender lo que significa su comportamiento, aprender a conocer sus señales de advertencia.
- Intentar manipular al animal en sus horas de actividad naturales. La manipulación contra corriente puede provocar estrés en el animal.
- Nunca se debería inmovilizar al animal sin una justificación plena.
- Estar atento a los comportamientos de tu reptil. No lo fuerces a interactuar contigo o manejarlo extensivamente antes de que se construya un nivel de confianza.
- Los movimientos suaves y un comportamiento confiado hará que tu reptil se sienta más seguro.
- Tener en cuenta las posibles fuentes de estrés y observar atentamente su entorno. Incluso los reptiles domésticos pueden reaccionar mal a los ruidos fuertes, grupos de personas o aquello que puedan encontrar molesto.
- Interactuar de una manera positiva evitará lesiones a tanto al reptil como al cuidador.
- Mover los dedos frente a un reptil carnívoro puede confundirlos con presa. Los reptiles no son animales domesticados como perros y gatos.